Nada es una novela escrita por una jovencísima Carmen Laforet en 1944. Con ella ganó el Premio Nadal de ese año e hizo una viva descripción de la sociedad de posguerra.
La semana pasada, al ver la fiesta de graduación de unos alumnos de 2º de Bachillerato y al pensar en su futuro como universitarios, vino a mi memoria la historia de esa chica que comienza sus estudios universitarios en casa de unos familiares en la Barcelona de la posguerra.
Nada llegó a mis manos cuando yo tenía más o menos la edad de la protagonista y, a pesar de la identificación lógica con ella, me sorprendió el asfixiante ambiente de pobreza y desolación que la rodeaba en contraste con el mío propio de la España democrática de finales del siglo pasado.
Se trata de una obra que supuso una renovación literaria en la época con la que la autora supo transmitir la decadencia de gran parte de la sociedad de su tiempo.
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